viernes, 25 de mayo de 2012

La gran clase de Filosofía


Queridos niños, queridas niñas y público en general. Nos hemos reunido aquí hoy para aprender algo nuevo, ya sabéis cual es nuestro lema, algo aprenderéis a poco que escuchéis aunque sea perder el tiempo con la dignidad con la que yo lo pierdo.
En principio la clase de Filosofía pensaba que iba a ser una asignatura en la que iba a tenar infinitas dificultades, ya que creía que era como la Ética del año pasado, y era muy aburrida. Pero hoy  domingo 27 de mayo de 2012, nunca imaginé que esta clase iba a ser tan entretenida, divertida y amena, esto es gracias al Señor Mesa.
Tiene cosas que son un no parar de reír. El día de su cumpleaños nos dio una sorpresa, invitándonos a  caramelitos mientras se cantaba el cumpleaños feliz con su tono de voz tan peculiar. Hubo una temporada que no paraba de hablar de Natalie Portman mientras la rechazaba aún  diciéndole ella un poséeme Enrique poséeme y así mil, de verdad que este hombre es un “showteacher”.
Enrique es un profesor de los que ya no hay, a parte de pasártelo bien en clase  con él,  sino entiendes algo te lo vuelve a explicar hasta que lo entiendas, y cuando todos los alumnos hemos entendido lo explicado seguimos aprendiendo cosas nuevas.  A veces  abre paréntesis pedagógicos ya que de vez en cuando se nos olvida quien es la autoridad, cuando nos desviamos de un tema que no le gusta al profesor te responde educadamente o te contesta avergonzándote para que te calles y no sigas haciendo el ridículo pero nunca de mala manera. Cuando te vacile no le intestes devolver una sola palabra porque te la devolvería haciendo que la clase se ría de ti y ya no volverías a intentar ganarle el pulso, sería perder el tiempo y te dejaría aún peor. Así es él.
Yo he tenido la suerte de poder tenerle como tutor, porque se preocupa de ti y de tu futuro sin esperar nada a cambio, y verdaderamente ha sido todo un placer poder haber compartido clase junto a un profesor de tal envergadura como él.
Ojalá pudiera seguir aprendiendo cosas nuevas el año que viene. Gracias por todo, Enrique P. Mesa García.

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